Causas de la hernia inguinal en la mujer

Causas de la hernia inguinal en la mujer

Si alguna vez has tenido una hernia, sabrás que se trata de una protuberancia dolorosa que no se puede hacer retroceder dentro del abdomen. También puede ir acompañada de hinchazón y enrojecimiento. También puede provocar fiebre, vómitos y náuseas. Es importante consultar a un médico para diagnosticar y tratar esta afección.

Fortalecimiento de los músculos de la parte inferior del abdomen

No se conocen las causas de la hernia inguinal en las mujeres. En general, se cree que los músculos se debilitan con la edad, lo que aumenta el riesgo de desarrollar la afección. Sin embargo, el estreñimiento crónico y la tos también pueden contribuir al desarrollo del problema. El embarazo también puede debilitar los músculos abdominales y aumentar la presión dentro del abdomen. Los partos prematuros y el bajo peso al nacer también son factores de riesgo. Las mujeres que se han sometido a una reparación previa de hernia también corren riesgo.

El fortalecimiento de los músculos de la parte inferior del abdomen es crucial para prevenir la reaparición de la afección. El médico puede recomendar la fisioterapia después de una operación de hernia inguinal. Este programa de rehabilitación incluirá ejercicios posturales, educación sobre la mecánica corporal adecuada y fortalecimiento del núcleo. A continuación, se puede animar al paciente a progresar hacia actividades funcionales específicas del trabajo o ejercicios específicos del deporte.

La hernia inguinal en las mujeres es una condición en la que los intestinos sobresalen a través de la ingle. Este problema puede ser grave o inexistente, y puede causar dolor al levantarse o flexionarse. También puede ir acompañada de un bulto en la zona de la ingle. Una hernia en la zona inguinal se observa con mayor frecuencia en los hombres, pero las mujeres pueden desarrollar la afección a cualquier edad.

Otro tipo de hernia es la ventral, que se desarrolla en la pared abdominal inferior por encima o por debajo del ombligo. Estas hernias son menos comunes que las inguinales. El diez por ciento de las personas sufrirá una hernia ventral en algún momento de su vida.

El diagnóstico de una hernia inguinal requiere una historia clínica y una exploración física exhaustivas. La hernia puede repararse con cirugía, si es necesario. Es importante buscar tratamiento para la hernia inguinal lo antes posible.

Las mujeres que tienen una hernia inguinal deben ser evaluadas por un médico. Se recomienda la reparación quirúrgica si la hernia es más grave o causa complicaciones serias. Se utiliza anestesia para el procedimiento. Se realiza una pequeña incisión en la zona donde se encuentra la hernia. A continuación se introduce un asa de intestino en la cavidad abdominal a través de la incisión. El cirujano puede utilizar una malla sintética para reforzar el cierre.

Una hernia rota puede quedar estrangulada, lo que interrumpe el flujo sanguíneo a la zona. La falta de riego sanguíneo puede provocar la muerte de los tejidos de la hernia. Además del dolor, una hernia estrangulada puede obstruir los movimientos intestinales y causar estrangulamiento. Esta complicación puede ser mortal y se recomienda la reparación quirúrgica inmediata.

Hernias inguinales indirectas congénitas

Las hernias inguinales suelen ser congénitas y se producen en el cordón espermático y en el núcleo del canal inguinal, fuera del anillo de fascias. Por el contrario, las hernias directas se desarrollan en las proximidades del cordón o detrás de él. El diagnóstico de las hernias inguinales suele realizarse mediante una exploración física por parte del médico. Este examen incluye la observación visual y la palpación. También puede requerir estar de pie.

En las mujeres, las hernias indirectas congénitas pueden desarrollarse debido a un desarrollo insuficiente de la pared abdominal durante el embarazo. Esta debilidad permite que los intestinos y la grasa se deslicen hacia la ingle. Esta afección es más frecuente en los varones que en las mujeres. Los varones con insuficiencia del canal inguinal también desarrollan una afección denominada hidrocele. El líquido que drena del abdomen puede hacer que el escroto se hinche.

En las mujeres, las hernias inguinales pueden ser dolorosas. En los casos graves, la afección puede provocar una infección. En la mayoría de los casos, la afección requiere una intervención quirúrgica para su reparación. Lo mejor es consultar a un médico lo antes posible para determinar la causa.

La cirugía suele ser necesaria para corregir la hernia y evitar futuras complicaciones. La cirugía puede ayudar a alejar el saco de la hernia de las zonas afectadas. La reparación quirúrgica también puede ayudar a evitar que la hernia se encarcele. Esto puede causar un abultamiento doloroso, e incluso puede dar lugar a una estrangulación.

Además de las hernias inguinales, las mujeres también pueden desarrollar hernias deslizantes de los órganos reproductores. Son menos frecuentes en las mujeres mayores y suelen estar asociadas a defectos en el desarrollo del aparato genital. Muchas mujeres con hernias inguinales no son conscientes del problema y pueden no buscar tratamiento.

El cuerpo de la mujer no fortalece naturalmente sus músculos abdominales, lo que puede causar una hernia inguinal indirecta. Este debilitamiento puede dar lugar a un saco vacío que puede pasar desapercibido a menos que sea doloroso. Si esto ocurre, la hernia suele estar en la pared posterior del canal inguinal y puede estar causada por una pared debilitada.

Las mujeres pueden desarrollar hernias inguinales después del embarazo. Las mujeres con hernias inguinales deben someterse a una intervención quirúrgica lo antes posible tras el diagnóstico. Aunque las hernias inguinales en las mujeres son poco comunes, son una condición sintomática que puede no ser diagnosticada.

Las mujeres con una hernia inguinal experimentarán bultos en la ingle o el escroto. Esta protuberancia será más prominente si la mujer tose o hace un esfuerzo. Sin embargo, el bulto puede desaparecer por sí solo cuando la mujer se acuesta. Si la protuberancia no puede reducirse empujando suavemente, indica una hernia encarcelada y puede requerir una intervención quirúrgica urgente.

Un médico puede reparar la hernia mediante el grapado del borde de la estantería del ligamento inguinal. Esta técnica se utilizó por primera vez en 1887 y revolucionó el campo de la cirugía de la hernia. La técnica original fue desarrollada por Eduardo Bassini, un estudiante de medicina que recibió una bayoneta en la ingle mientras luchaba por la independencia de Italia. Estuvo hospitalizado durante meses mientras se trataba su estado.

Estrangulación de la hernia inguinal

Una hernia estrangulada es una afección muy grave. El tejido que la rodea muere y se gangrena, y el tejido comienza a liberar toxinas peligrosas en el torrente sanguíneo. Si una mujer tiene esta afección, es importante que busque atención médica inmediatamente. Cuanto más espere para repararla, peor será.

El síntoma más común de una hernia inguinal es un bulto en la zona de la ingle. Este bulto desaparece cuando la mujer se acuesta o ejerce una mínima presión. Sin embargo, a medida que se vuelve más activa, el bulto puede volverse doloroso, eritematoso y sensible. En los casos graves, la mujer también puede experimentar una obstrucción intestinal, una obstrucción del suministro de sangre o una lumenización intestinal.

Esta afección se trata con una cirugía anatómica correctiva. Se realiza mediante una incisión en la cavidad abdominal. Hay muchos tipos de cirugía de hernia inguinal disponibles, y algunos de los procedimientos son laparoscópicos. Por ejemplo, el Dr. Mancini ha realizado la cirugía TAPP laparoscópica para las hernias inguinales encarceladas.

Después de la cirugía, es probable que la mujer deba limitar su actividad física durante algunas semanas. En casos graves, puede ser necesario ampliar la incisión. El cirujano probablemente utilizará una malla biológica o sintética para cerrar la incisión. La duración de la estancia en el hospital variará en función de la extensión del daño en los tejidos corporales. El tiempo de recuperación dependerá de la gravedad de la lesión y de la severidad del estrangulamiento. Sin embargo, si la afección se diagnostica a tiempo, el tiempo de recuperación será mucho más corto.

La hernia inguinal de la mujer no es tan común como la del hombre. La versión femenina suele tener el problema más tarde en la vida y después de una lesión. En algunos casos, la pared abdominal se debilita durante el embarazo cuando el peritoneo no se cierra correctamente. El embarazo también debilita los músculos abdominales y aumenta la presión dentro del abdomen. Tener un peso bajo al nacer o un bebé prematuro también puede aumentar el riesgo de desarrollar una hernia inguinal. Otro factor de riesgo es tener una reparación de hernia anterior.

Cuando una hernia se estrangula, puede quedar atrapada en una zona débil de la pared abdominal. Esto puede obstruir el movimiento intestinal y cortar el flujo sanguíneo a una parte del intestino. Puede llegar a ser incluso mortal, por lo que es necesario operar cuanto antes.

El método TAPP ha demostrado ser seguro y eficaz en pacientes con hernias inguinales encarceladas de forma aguda. Sin embargo, requiere la intervención de un cirujano laparoscópico experto. El procedimiento no es apropiado para todas las mujeres. Si se intenta de forma incorrecta, puede causar más daños.

La técnica WW es una estrategia de tratamiento inicial eficaz y segura para la hernia inguinal en pacientes masculinos. La mayoría de los pacientes del grupo WW no experimentaron accidentes herniarios significativos. Además, los hombres son más propensos a someterse a la cirugía de hernias inguinales que las mujeres.

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